En el acceso posterior de la Fundación Gantz – Hospital del Niño con Fisura se diseñó un Jardín Sanador pensado para acoger a familias que atraviesan procesos médicos largos, beneficiando a más de 1.300 personas entre niños, niñas, jóvenes y sus acompañantes. El diseño se basa en los principios de Jardín Sanador, donde prevalece la forma curva, creando un entorno que acompaña, reconforta y estimula a los niños, niñas y jóvenes según sus distintas edades y necesidades. Incluye áreas de juego que fomentan el desarrollo motor, cognitivo y social; columpios vestibulares que ayudan a reducir la ansiedad y preparar el sistema nervioso para el aprendizaje; y mobiliario comunitario que invita a la interacción, al descanso y reunión en zonas de luz y sombra que aportan confort y bienestar. Además, se recuperaron y resignificaron antiguos juegos, incluyendo un caballito restaurado y una lomita que redefine el recorrido de los resbalines, incorporando así criterios de sostenibilidad y resiliencia al espacio. Además, el jardín incorpora un espacio de introspección y conexión espiritual, en memoria de Carmen Gloria Ariztía, ex voluntaria de la Fundación Gantz, reconociendo el apoyo humano y solidario. Este Jardín Sanador es un espacio donde naturaleza, juego y memoria se entrelazan para acompañar y sostener a las familias.